El Tren Maya tardaría casi 300 años en recuperar su inversión

El Tren Maya tardaría casi 300 años en recuperar su inversión, ¿progreso o un boleto al déficit eterno?

El Tren Maya se promocionó como la joya del sureste, la gran apuesta para impulsar turismo, desarrollo y crecimiento económico. Pero más allá de los discursos oficiales, la pregunta del millón (o de los miles de millones) sigue en el aire: ¿cuánto tiempo tomará recuperar la inversión y convertir esta obra en algo remotamente rentable?

El Precio del Boleto: Una Escalada de Costos

Originalmente, el Tren Maya prometía costar cerca de 156 mil millones de pesos. Sin embargo, la historia nos cuenta otra cosa: las proyecciones más recientes lo ubican entre 511 y 551 mil millones de pesos. Es como si hubieras planeado una fiesta con refresco y papitas, y ahora te encuentras pagando por un banquete con caviar y champagne. ¿Un ligero sobrecosto? Digamos que subir más de tres veces el presupuesto original no es precisamente una señal de eficiencia.

Ingresos: Una Llovizna en el Desierto

Se reporta que desde su inauguración parcial (diciembre de 2023), el Tren Maya generó ingresos mensuales por unos 151 millones de pesos. Si —en un mundo ideal— esa cifra se mantuviera sin cambios (ni crisis, ni baja de pasajeros, ni mantenimiento extra), estaríamos hablando de alrededor de 1,817 millones de pesos al año. Es decir, generaría menos del 0.4% de la inversión total cada año, si es que no gastara nada en operación. Sí, leíste bien: es como echarle un vasito de agua a un incendio forestal.

El Tiempo de Recuperación: Una Espera Más Larga que la de tu Serie Favorita

Ahora, hagamos un cálculo muy simple (y optimista): dividir la inversión entre los ingresos anuales. Solo ingresos, sin restar costos de mantenimiento, operación, energía, personal, subsidios, reparaciones… nada. Un cuento de hadas financiero.

• Inversión total (estimada): ~515,000 millones de pesos

• Ingresos anuales (optimistas): ~1,817 millones de pesos

Tiempo de recuperación sin costos:

515,000 millones ÷ 1,817 millones/año ≈ 283.5 años.

No, no son 23.5 años ni 30 años. Son casi tres siglos. Cualquier rey que hubiera planeado esto estaría riéndose en su tumba. Si creías que esperar una década para pagar tu hipoteca era mucho, aquí hablamos de que varias generaciones tendrían que nacer, vivir y morir para ver el punto de equilibrio.

¿Y los Costos Operativos?

Pero este cálculo es una fantasía. ¿Qué hay de la energía, el mantenimiento de las vías, la reparación de trenes, sueldos, seguridad, administración? Todos esos costos reducen drásticamente las utilidades (si es que las hay). Con solo introducir costos operativos reales, las utilidades netas anuales caerían por debajo de las entradas de efectivo. Y si las utilidades son mínimas o negativas, olvídate de recuperar la inversión: el tren sería una fuga de dinero continua.

Si resulta que el tren no genera utilidades, el tiempo de recuperación es infinito. Sí, infinito. Un tren al que le metes dinero y nunca recuperas un centavo neto.

Conclusión: Paisajes Hermosos, Cuentas Horrendas

Aunque el Tren Maya podría tener beneficios sociales, turísticos o políticos, desde el punto de vista de recuperar el capital invertido, luce como un negocio pésimo. Con las cifras actuales, y sin considerar los inevitables costos operativos, tardaríamos casi 300 años en recuperar la inversión. Añade los gastos de operación, y es probable que nunca se vea un retorno real.

En otras palabras, el Tren Maya es como un viaje en primera clase hacia la incertidumbre financiera. Podremos presumir de un tren atravesando la selva, pero a costa de un agujero negro en las finanzas. ¿Qué tan buena es una inversión que tus tataranietos seguirán esperando que se pague sola? Si la respuesta es “no muy buena”, entonces ya sabes por qué tantos dudan del proyecto.

Gracias por acompañarnos en este recorrido. Nos vemos en la siguiente perspectiva, donde seguiremos desmenuzando el mundo para ti, sin filtros y con mucho humor. Solo aquí, en elpov.com.

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