Los Planes Personales de Retiro (PPR) son como ese amigo intenso que siempre te dice que ahorres para el futuro, pero con un giro: este amigo te deja ganarle al SAT. Sí, así como lo lees. Porque si no quieres llegar a viejo y acabar comiendo sopas instantáneas en tu camita del IMSS, más vale que te pongas a leer esto.
¿Qué demonios es un PPR?
Un PPR es básicamente un cochinito de ahorros, pero uno elegante. En vez de meterle las monedas que sobran del Oxxo, le echas billetes, y sorpresa: el SAT, ese malvado que te quita hasta el sueño, ¡te devuelve lana por ahorrar! Sí, señores, el SAT por una vez no te deja con los bolsillos volteados.
¿Y cómo le gano al SAT?
Aquí viene lo bueno: las aportaciones al PPR son deducibles. En cristiano: puedes restar hasta el 10% de lo que ganas al año (con un tope de $198,031 pesos en 2024) para calcular tus impuestos. Imagina que ganas $600,000 al año (sí, soñar no cuesta nada), pero metes $50,000 a tu PPR. De repente, mágicamente, solo pagas impuestos sobre $550,000. Es como encontrar una caguama en el refri cuando pensabas que ya no te quedaba ni agua.
¿Por qué nos conviene?
• Deducción fiscal: Ya te lo dijimos, pero como esto es lo único que le gusta a todos, lo repetimos. ¡Menos impuestos, más billete para ti!
• Exención de impuestos en rendimientos: Todo lo que ganas con ese dinero que metes en el PPR – rendimientos, dividendos, intereses – no se toca. El SAT se queda mirando desde afuera mientras tu dinero crece feliz y libre.
• Ahorro a largo plazo: Te obliga a no gastarte todo en Uber Eats, para que un día, cuando estés viejo, puedas pedir tu propio Uber (sin Eats, eso sí).
• Beneficios para los herederos: Y si por alguna razón estiras la pata antes de tiempo, tus herederos no pagarán impuestos sobre el dinero que no te gastaste. ¡Así que ya sabes! Invierte bien para que al menos dejes algo.
Consejos para no arruinarla con tu PPR
1. Compara como buen mexicano desconfiado: No te quedes con la primera opción, compadre. Pregunta, investiga y compara comisiones, que no estamos para regalarle más dinero a los bancos.
2. Constancia, no flojera: Si quieres ahorrarte más impuestos, mete dinero regularmente. Nada de hacerte el olvidadizo. El SAT no olvida.
3. No seas ansioso: Ni se te ocurra sacar la lana antes de los 65, a menos que quieras que el SAT te cobre un 20% por tus rendimientos. Mejor resiste la tentación de comprarte esa TV de 80 pulgadas y espera.
4. Pregunta a un experto: Porque aunque te creas el más listo, un asesor financiero siempre sabe más que el primo que “invierte en cripto”. Hazle caso a los que saben.
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Si lo tuyo no es complicarte la vida, Skandia Crea es una opción fácil. No te meten comisiones ocultas, es flexible y hasta puedes empezar con poco. Es como un buffet: agarras lo que te conviene sin que te claven de más. Además tú eliges cómo y cuándo.
Conclusión: ¿Vas a ahorrar o sigues con los tacos de a peso?
Si después de leer todo esto sigues pensando en gastar todo tu dinero hoy y cruzar los dedos para que a los 65 alguien te mantenga, estás jugando al límite. Los PPR son la clave para que cuando llegues a viejo no te pase eso de “me lo gasté todo”. Además, ¡te premian con deducciones fiscales ahora mismo! Así que deja de procrastinar, amarra esos centavos y empieza a construir un futuro donde no dependas de rifas ni tandas para sobrevivir.